¿Qué importancia concede la Orden a la ecología?
Evidentemente, la tierra es el marco de nuestra vida. Desde el punto de vista rosacruz, ella es también el cuerpo que el alma colectiva de la humanidad utiliza para evolucionar hacia su propio ideal de Perfección. Por otro lado, es la obra máxima de la Creación. Merece, por lo tanto, nuestro mayor respeto y debe suscitar nuestra admiración. Lamentablemente, los hombres, por ignorancia, negligencia o por interés, no dejan de perjudicarla (poluciones diversas, una excesiva deforestación, la masacre de algunas especies, etc.).
Si no se hace nada a nivel mundial para acabar con ello, nuestro planeta morirá en una lenta agonía y todos tendremos una gran parte de responsabilidad en este drama planetario. En último análisis, la ecología forma parte integrante del misticismo, ya que uno no puede interesarse por los misterios de la vida sin preocuparse por el futuro de la Tierra. Esta es la razón por la que los Rosacruces son especialmente sensibles a los problemas del medio ambiente y se dedican a dar el ejemplo de un comportamiento respetuoso respecto a la naturaleza y todos los seres vivos. Desde el momento en el que uno se consagra a la espiritualidad, no puede sino sentirse afectado por el futuro de nuestro planeta, ya que es una expresión admirable de las leyes divinas.