Sabiduría ancestral
Las enseñanzas rosacruces no son obra de una única persona, sino de un gran número de Iniciados que se han sucedido a través de los tiempos. En realidad, son el resultado del trabajo que los místicos siempre han desarrollado para comprender mejor los misterios del universo, de la naturaleza y del hombre, en todas las épocas y en todos los países. La fuente de los conocimientos rosacruces es pues la herencia sagrada que la tradición rosacruz recibió de las Escuelas de Misterios del antiguo Egipto, principalmente durante la XVIII dinastía. Esta herencia forma parte íntegra de los archivos que, de siglo en siglo, han venido enriqueciendo el patrimonio cultural y espiritual de la Orden Rosacruz AMORC.
A los conocimientos perpetuados por los sabios del antiguo Egipto, se añadieron los conceptos filosóficos expresados por los grandes pensadores de la antigua Grecia, y algunos siglos más tarde por los neo-platónicos. Posteriormente, esta sabiduría secreta fue enriquecida por los preceptos de los alquimistas de la Edad Media y los pensadores del Renacimiento, como Nicolas Flamel, Cornelius Agrippa, Paracelso… En el siglo XVII, Rosacruces eminentes precisaron y desarrollaron algunos aspectos de esta antigua herencia, entre los cuales podemos citar a Francis Bacon, Michael Maier, Robert fludd, Elias Ashmole, Comenius…
En épocas más recientes, personajes importantes fueron miembros de la Orden o estuvieron en estrecho contacto con ella, como por ejemplo Jacob Boehme, René Descartes, Baruch Spinoza, Benjamín Franklin, el conte de Saint-Germain, Cagliostro, Claude Debussy, Eric Satie, Nicolas Roerich, Édith Piaf…
Enriquecimiento constante
Desde 1915, fecha en la que comenzó el ciclo actual de la AMORC, otros Rosacruces especializados en diversos campos del saber han aportado su contribución a las enseñanzas. Entre estos Rosacruces, encontramos a miembros que, como físicos, químicos, biólogos, médicos, artistas o filósofos, trabajan constantemente en el enriquecimiento cultural de los Conocimientos rosacruces. Si precisamos lo de “cultural” es porque la dimensión espiritual e iniciática de la tradición rosacruz es hoy lo que siempre ha sido y lo que siempre será.
Las Monografías de la AMORC
En siglos pasados, las enseñanzas rosacruces se transmitían únicamente de boca en boca, en lugares que eran mantenidos en secreto. Con el transcurrir del tiempo se pusieron por escrito, se escalonaron en doce grados y actualmente se presentan en forma de manuscritos llamados “monografías”, que se envían cada 3 meses a los miembros de la Orden Rosacruz AMORC por correo postal. Una monografía es un fascículo de cinco a diez páginas aproximadamente. Cada envío trimestral se compone de cuatro monografías. En la medida de lo posible, deben ser estudiadas a razón de una por semana.
Debemos precisar que las enseñanzas rosacruces están desprovistas de cualquier tipo de dogmatismo y constituyen ante todo una base para la reflexión y la meditación personal de cada miembro, permitiendo de esta forma que todo rosacruz construya gradualmente su propia filosofía de vida. Si esto es así, es porque el misticismo no es un camino de creencias, sino un sendero de Conocimiento, basado en la experiencia personal y la reflexión propia, así como en el desarrollo interior de cada persona. El objetivo de la filosofía rosacruz no es por tanto proporcionar a sus miembros respuestas categóricas acerca de las diversas materias, sino más bien inducirles a que se planteen preguntas. Este procedimiento cultiva un espíritu tolerante y establece las bases de una personalidad independiente en la elección de sus propias convicciones filosóficas.
Los Grados del Templo R+C
Conforme a la técnica iniciática de la Orden Rosacruz, las enseñanzas rosacruces se escalonan en cuatro secciones que comprenden varios grados: Sección de Postulante, Sección de Neófitos, Sección de Iniciados y Sección de Iluminati. Sin indicar el número exacto de monografías, podemos precisar que son necesarios seis años para terminar el estudio de las tres primeras secciones.
Sería demasiado extenso incluir en esta página una lista detallada de todos los temas desarrollados en las enseñanzas de la Orden. Por eso nos limitaremos a dar un avance de los temas tratados en la Sección de Iniciados, la cual comprende nueve grados llamados “Grados del Templo”.
Primer Grado:
El primer grado expone las leyes fundamentales que rigen el macrocosmos y el microcosmos. Constituye una síntesis de lo que los místicos del pasado, y en particular los filósofos de la Grecia antigua, enseñaron en relación con el origen del universo, las vibraciones del Éter y la estructura atómica de la materia. Esta síntesis incluye naturalmente los datos científicos más recientes en este campo.
Segundo Grado:
El segundo grado trata de la consciencia humana. Sus fases objetiva, subjetiva y subconsciente, son objeto de un estudio profundo, que permite así tener una comprensión clara de lo que los psicólogos enseñan sobre las facultades mentales. No obstante precisamos que las nociones se abordan bajo el ángulo de la filosofía rosacruz y, por consiguiente, dan lugar a explicaciones que trascienden el ámbito exclusivo de la psicología.
Tercer Grado:
El tercer grado está dedicado a las leyes de la vida. Demuestra que estas leyes, tal y como se manifiestan en el plano terrestre, tienen su origen en una sola y única energía cósmica: la Fuerza Vital. Se explica así mismo que los reinos mineral, vegetal, animal y humano forman una cadena natural que sirve de apoyo a la evolución del Alma Universal. Una vez definidos los criterios comunes a todas las criaturas vivientes, se inicia el estudio de la vida humana.
Cuarto Grado:
El cuarto grado de las enseñanzas rosacruces está basado enteramente en un manuscrito muy antiguo de la Orden Rosacruz AMORC, denominado “Manuscrito de Nodín”. Aunque se refiere constantemente a los preceptos expuestos en este manuscrito, este grado constituye una síntesis de los tres grados precedentes y trata de temas filosóficos particularmente inspiradores. De una forma general, podemos decir que este grado permite comprender que la materia, la conciencia y la vida forman un todo coherente y participan conjuntamente en la Evolución Cósmica.
Quinto Grado:
El quinto grado de la Orden expone la vida y la obra de los más grandes filósofos de la antigua Grecia, como Tales, Pitágoras, Platón…. Su objetivo es familiarizar al estudiante rosacruz con las enseñanzas de los sabios de la Antigüedad griega y, de manera general, con los preceptos filosóficos y científicos que legaron a la humanidad. Todas las monografías de este grado están extraídas de los archivos de nuestra Orden y se refieren a hechos desconocidos frecuentemente por los historiadores.
Sexto Grado:
El sexto grado está dedicado a la terapéutica rosacruz y aporta un gran número de consejos que se pueden respetar para mantener una buena salud. Pero la gran originalidad de este grado, es el estudio de los principios místicos que los rosacruces utilizan desde hace siglos para aliviar las enfermedades corrientes que podemos sufrir. Estos principios, que en ningún caso pretenden sustituir a la medicina oficial, forman parte de la herencia que nos han transmitido los Esenios, que estaban especializados en la curación, razón por la que eran llamados “Terapeutas” en Grecia.
Séptimo Grado:
El séptimo grado se refiere al cuerpo psíquico del hombre y a las funciones que le son propias, entre las cuales podemos mencionar la proyección psíquica (el “viaje astral”). Incluye igualmente un estudio profundo del aura humana y los centros psíquicos, la mayor parte de los cuales corresponden a lo que se llaman “chakras” en las tradiciones orientales. Después viene un examen de los sonidos vocales tradicionales (los “mantras”) y la influencia física, psíquica y espiritual que ejercen en el hombre.
Octavo Grado:
El octavo grado de la Orden Rosacruz es especialmente filosófico, puesto que trata esencialmente del origen del hombre y de su destino. Se estudian por lo tanto temas que se refieren directamente a su evolución. Entre estos temas, encontramos entre otros: el concepto de Dios, el Alma Universal, el alma humana y sus atributos, la vida antes de la encarnación, el misterio del nacimiento, la aplicación del libre albedrío, el karma y la manera de dominarlo, el misterio de la muerte, la vida después de la muerte, la reencarnación, la asistencia a los moribundos, el poder de la oración, la meditación, etc.
Noveno Grado:
El noveno grado se dedica al estudio del simbolismo tradicional y los principios relacionados con el misticismo. En este grado también se inicia a los Rosacruces a facultades que recurren al alma y que permiten al hombre obtener un beneficio de su naturaleza divina. Debemos precisar que estas facultades no tienen ninguna conexión con la magia, la teúrgia o la taumaturgia, sino que se basan en las leyes espirituales que los Rosacruces siempre han puesto al servicio del Bien. Además de su valor práctico, contribuyen al despertar interior de cada uno.
Los Illuminati:
En aplicación de una norma tradicional, no revelaremos el contenido del décimo, undécimo y duodécimo grados. Sólo aclararemos que contienen enseñanzas especialmente importantes en el plano del esoterismo. Precisemos también que desde el principio de los estudios, las enseñanzas rosacruces implican, además de los temas que acabamos de mencionar, experimentos consagrados al aprendizaje de técnicas fundamentales sobre el plano místico, tales como la concentración, la visualización, la meditación, el despertar psíquico, la armonización astral, la alquimia espiritual, y otras muchas…